Desde el área de Religión de la Institución Educativa Eusebio Septimio Mari, celebramos con alegría y gratitud el hermoso Festival del Dulce “DULCE ESPERANZA”, una experiencia cargada de significado, sabor y unión. Esta festividad, más que un simple compartir de delicias, se convirtió en un verdadero acto de esperanza, solidaridad y reflexión espiritual.
A través de los sabores tradicionales y los dulces preparados con esmero por nuestros estudiantes, docentes y familias, recordamos que la dulzura también habita en los pequeños gestos, en el trabajo en equipo y en la alegría de dar. Cada dulce representó el amor de nuestras raíces, la generosidad de nuestros hogares y la fe que nos une como comunidad educativa.
“DULCE ESPERANZA” fue una invitación a mirar con ojos nuevos la vida, a endulzar nuestras palabras, nuestras acciones y nuestros vínculos. En medio de tiempos en los que el mundo necesita más amor, este festival nos recordó que la fe también se saborea: en un dulce típico, en una sonrisa compartida, en un momento de encuentro.
Desde lo espiritual, este festival nos conecta con el mensaje de esperanza cristiana. Así como el dulce alegra el paladar, la fe y la esperanza endulzan el alma. Agradecemos profundamente a todos quienes hicieron posible este evento: cada dulce ofrecido fue una expresión de cariño, de identidad y de fraternidad.
Que esta “DULCE ESPERANZA” siga creciendo en nuestros corazones y nos inspire a construir, desde la fe, una comunidad más unida, más humana y más dulce.
¡Ser, Crecer y Valorar nuestra identidad Eusebista!